7 de enero de 2011

Cambia, todo cambia...


¡BIENVENIDOS!
(De nuevo…)
INICIO DE LA TERCERA ÉPOCA
BOLETÍN EXTRA
ENERO DE 2011
CAMBIA, TODO CAMBIA…
Para Tomás.
Siempre he abogado por intentar mantener las tradiciones que me rodean en beneficio de mi familia. Lo anterior porque estoy convencido que eso permite crear raíces en la gente, tener una historia propia a partir de los recuerdos. Mi mamá siempre ponía los adornos navideños a principios de diciembre, cosa que aun mi hermana y yo conservamos, y que es un momento de convivencia familiar entre nosotros y los hijos. Este año, la Heredera (como tuvo a bien ponerle el buen Luis de la Vega a la Chaparrita) se pasó una semana pidiendo “poner la navidad” porque en su escuelita ya había llegado. 

El sábado que decidimos ponerlo, se levantó temprano y estaba ansiosa: basta decir que tuvo el sumo cuidado de limpiarlas y colocarlas con solo la pérdida de dos en el cumplimiento de su deber. Sentado en el sillón de la sala, imaginaba a mi madre que de igual forma se ponía a observarnos cuando nos tocaba colocar el árbol y todo lo consiguiente. Ahora era mi hija quien se esforzaba en poner todo. Como cambian las cosas.
Este año fue difícil. No dudo que para todos pues la economía estaba dañada, los cambios que se presentaron al final del anterior 2009 fueron muy fuertes, el país entero envuelto en violencia hacia el clima inseguro. Nuestro estado también vivía un clima de incertidumbre económica política y social. Si, 2010 fue el año en que vivimos en peligro. Pero finalizando  el mismo, todo empezaba a tener un mejor color, no el que quisiéramos, pero al fin y al cabo, cambiaba.

Es extraño: hace unos meses atrás revise si la antigua pagina de la República Libertad se encontraba todavía activa (si, este mismo blog). La intención era intentar empezar de nuevo a escribir, como había hecho con anterioridad, sobre las cosas que sucedían en el entorno que me rodea, con mi particular punto de vista, pero sometiéndolo al escrutinio y visión de todos los que la leen. Mi sorpresa fue grande cuando me di cuenta que la pagina, inactiva desde hace más de un año, seguía vigente pues había recibido más visitas, lo que permitía mantenerse en la red. Me puse en contacto con mi programador (¡A la, Roberto, el título que te has ganado!) y decidimos que mejor le cambiábamos el rostro para mostrarlo distinto, pero con el mismo espíritu. Cambió y mejoró, según nosotros. Decídanlo ustedes.

Canta la Negra, Mercedes Sosa, una poesía de Julio Numhauser, “Cambia, todo cambia”. La realidad es otra, sin embargo el mensaje es muy sencillo, puro y sincero: la vida nos impone, pero no olvides de dónde vienes y perteneces. Así, que uno cambie no es extraño, pero que no olvide sus valores, es primordial. Viví unos meses del recuerdo, viví un par más en la nostalgia, pero ahora vivo el día a día, sabiendo que los cambios pueden darse, pero siempre, siempre para mejorar; no de manera material, pero sí de manera espiritual; y por eso, hay que dar gracias:

·         Gracias por el tiempo el tiempo de valorar a mi gente. (En 7 años de casado, es la primera vez que coinciden mis vacaciones con las de mi familia. Y la primera en 10 años que coincidimos juntos)
·         Gracias por mis familiares, los que veo de vez en cuanto. Porque ellos saben que los quiero, aunque no nos veamos muy seguido.
·         Gracias por los amigos: los que te apoyan, los que te hablan y visitan, por los que más que amigos ya son familia, porque se chuman conmigo y quieren a mi pandilla, los cercanos y lejanos, los viejos y los nuevos.
·         Gracias por convivir con Josema y Vero, porque cuando los tengo en la memoria no puedo borrar una sonrisa de mi cara.
·         Gracias por los tropiezos y errores, regaños y enojos, porque de ellos aprendo.
·         Gracias por la banda, por permitirme soñar y hacer realidad muchas cosas.
·         Gracias por las angustias, porque sé que forjan mi espíritu.
·         Gracias por todo, lo bueno y malo, por lo que pasó y está por venir.
·         Gracias por vivir esta vida.

Cuando tomé la foto de mi hija sentada en el piso de la sala, limpiando las esferas, recordé el tiempo en que de chavito, me tocaba poner los adornos junto a mi hermana. Recordé que mi mamá hacia el mejor esfuerzo para poder estar con nosotros, pero siempre tenía algo que hacer: lavar, cocinar, etc. Pero nos ponía el famosísimo disco de las Ardillitas en Navidad, porque nos gustaba. Me levanté y entre el montón de cd´s encontré el que me dio mi hermana para la Heredera. Lo puse y mi hija se puso contentísima. Hay cosas que no cambian… esas son las que se quedan en el corazón.

Bienvenidos y gracias por leer la República Libertad!

Atte:
Meve Rasvolver

P.D. A fines de mes… lo que todos esperaban….

2 comentarios:

Roberto dijo...

...así es amigo, cuando ya no es posible que nos vean, siempre estaremos en el corazón y la mente.

pedro dijo...

Felicidades por la reapertura de la República.